Puntuación: ☆☆☆☆☆
SINOPSIS:
Tras
aquel atractivo mundo de lujo, ostentación y fastuosidad, un
siniestro entramado de crueles frustraciones e inconfesables vicios
acechaba a Heaven Leigh, una joven de diecisiete años enfrentada a
un laberinto de pasiones...
OPINIÓN
PERSONAL:
Éste
es el segundo libro de la saga Casteel. Por tanto, nos volvemos a
reencontrar con muchos de los personajes que conformaron la primera
novela... Y conocemos a nuevos personajes, algunos odiosos y otros
adorables. Y, por supuesto, somos testigos de la evolución de Heaven
Leigh Casteel, la protagonista por excelencia.
La
primera parte del libro versa sobre la llegada de Heaven a Boston.
Allí espera vivir con sus abuelos. Sin embargo, nada es como ella
soñaba: su abuela es una mujer fría y vanidosa y su única
preocupación es retener la belleza de la juventud. Su abuelo, no es
sino el segundo marido de su abuela, un hombre veinte años más
joven que ésta. Ambos están dispuestos a dispensar a Heaven todas
las riquezas que requieran su cuidado y felicidad... Sin imaginar que
lo que de verdad la habría contentado es formar junto a ellos una
familia unida y feliz.
La
primera impresión de la llegada de Heaven al tipo de ambiente
descrito, es tanto para ella misma como para el lector, desoladora.
Pese a lo mucho que puede manchar la impresión de ella que pudiera
tener su abuelo (el único que realmente parece estar capacitado para
ayudarla en su propósito de labrarse un futuro mediante el estudio,
ya que su abuela no se interesa por nada más que por ella misma),
Heaven decide ser honesta con sus orígenes, deseando basar su
relación con sus "abuelo" (o protector de sus intereses, más bien) en un punto de partida sincero. Por
supuesto, hay detalles que oculta, aunque le transmite la esencia
miserable de su existencia. El marido de su abuela, Tony, se compromete a ayudarla
pero bajo unas condiciones muy estrictas y autoritarias. Y ésto nos
hace preguntarnos hasta qué punto puede esclavizarnos la necesidad,
la pobreza... Y nos hace tener una opinión poco favorable de Tony.
Tony
es un personaje con muchos matices. Su inteligencia y su talento para
tenerlo todo bajo control lo hacen ver admirable; sin embargo, hay
una frialdad en él, una intensidad ambigua en su mirada que hacen
que siempre estés alerta ante él... No es una persona confiable que
digamos. Da la impresión de que una no puede relajarse a su lado.
Tony
tiene un hermano, Troy, y su personaje es una de las mayores riquezas
y atractivos de la novela, sin lugar a dudas. Es realmente brillante.
Troy
es un joven muy inteligente; es la joya de la empresa familiar
Tatterton. Tatterton se dedica a fabricar juguetes; pero no cualquier
clase de juguetes: son juguetes únicos, lujosos y diseñados al
detalle con materiales caros y delicados. Y son juguetes de una
amplia variedad: para niños, para jóvenes, adultos... Juguetes que
ponen a prueba la creatividad, la inteligencia, el ingenio, la
sensibilidad estética, etc. de quienes los compran. Y las
ocurrencias más innovadoras y rentables provienen de la mente de
Troy.
Él
es un joven peculiar: se graduó en la universidad a los dieciocho
años y ha viajado tanto en sus veintitrés años como una persona
pudiente viaja en toda su vida. Troy experimenta un vacío
existencial complejo; no encuentra nada que lo fascine. Todo cuanto
le puede ofrecer la realidad le defrauda; solo siente colmado sus
deseos de belleza y fascinación mediante su imaginación... Así,
vive recluido del mundo en una cabaña de cuento de hadas. Trata de
distraer sus devastadores pensamientos mediante un trabajo continuo y
absorbente. La infelicidad proviene de sí mismo, y él lo tiene
asumido. Sus ojos siempre tienen un brillo triste, pero su ánimo es
extrañamente dulce y suave, en contradicción con el infierno que
arrecia dentro de él. Porque él es un joven resignado... Ha
aceptado una muerte prematura y vive cada día esperando que sea el
último... Esta suspendido eternamente en una nube de incertidumbre.
Tiene la postura de alguien que a aceptado su final y no le
importa... Ha vivido siempre tan protegido... Nunca el mal le ha
alcanzado de manera externa Y supongo que todos necesitamos demonios
que combatir para ser fuertes. Supongo que esa cualidad de
supervivencia trata de despertar en él, y a falta de penalidades
exteriores que acechen su vida, los demonios surgen de su mismo
interior... Queriendo enseñarle fortaleza. Sin embargo, él no ha
aprendido a luchar... Siempre se ha dedicado a dejarse cuidar.
Y
será por ello que admire tanto a Heaven, que encuentre en ella una
mitad complementaria. Heaven es una luchadora, una superviviente. E
interpreta su existencia como una de las cosas más maravillosas que
ha creado el mundo. Porque Heaven está moldeada por la faceta más
cruel del mundo... Un lado que él ha desconocido toda su vida. Por
tanto, para Troy supondrá una nueva clase de belleza inexplorada. Y
no se le hará difícil amarla.
Troy
es un personaje extremadamente romántico e idealista. Su
sensibilidad, su comprensión profunda de la vida, su fachada calmada
en contraste con la tormenta que se desarrolla en su interior, su
extremada pasión, su lado honesto, su expresividad... Todo
contribuye a que sea un personaje inolvidable e imborrable. Un
candidato idóneo para formar parte de la eternidad. Parece recluido
en un bucle temporal y espacial, como si fuera una criatura demasiado
perfecta para encajar en el mundo que lo ha dado a luz... Además, su
personaje tiene un brillo sombrío y antiguo que recuerda a los
carismáticos e inmortales personajes masculinos retratados en las
novelas de las Brontë... Al maldecido y ermitaño Heathcliff, al
solitario, insatisfecho e inteligente Rochester... Tiene la misma
fuerza y poder que esos protagonistas... De un modo más sensible y
poético. Cada uno a su manera, pero dejan una huella profunda. (Qué
sí, que encaja a la perfección en mi ideal de héroe romántico. Me
enamoré de él).
Volviendo
a Heaven, digamos que ella se sumerge en el presente, pero sin perder
jamás la perspectiva de su pasado. Su felicidad se sustenta en Troy,
y sus esfuerzos de concentran en el estudio. Para ella cursar la
Universidad es, por un lado, serle fiel a sus sueños de infancia, y
por otro, limpiar el apellido de su familia: quiere borrar de la
mente de todos cuanto la conocieron siendo pobre la imagen de esa
desastrosa familia venida a menos. Quiere paliar sus burlas y
desprecios. Quiere restregarles su superioridad. Quiere demostrar de
lo que es capaz. También a su padre, de quien tiene un amargo
recuerdo.
Puede
que esta faceta vengativa y retorcida de Heaven impacte, pero es
comprensible. Heaven en su esencia es una joven dulce, enérgica,
luchadora, fuerte y amorosa a quien las circunstancias le han dotado
de una vena hostil. Si hubiera recibido más comprensión y
sensibilidad del mundo, ella podría sonreír a su buena suerte y
hacer las paces con el pasado, relegándolo a lejanas pesadillas. Sin
embargo, el mundo se ensañó con ella; incluso experimentó rechazo
de la familia que le debería haber apoyado, tal y como se ve en el
primer libro. La incapacidad de liberarse de todo eso, el estar
encerrada en la precariedad sin más opción que tragarse su grito de
rebeldía, ha hecho que un fuego devastador se haya encendido en su
pecho, haciéndose más y más grande según el silencio y la
impotencia le imposibilitaban sacarlo fuera de sí. Ahora, semillas
de venganza han germinado con éxito y el fuego que ha nacido de ahí
es demasiado poderoso para que unas circunstancias benignas lo
apaguen. Necesita enfrentarse a su pasado. No puede apartarlo de su
futuro. Aún cuando tiene todo al alcance de la mano: una habitación
de princesa, una plaza en el mejor de los colegios femeninos, el
respaldo de una familia respetada y tanto dinero que no sabría en
qué gastarlo, ella no puede simplemente agradecer el presente. Ella
se prepara en calma para una guerra sangrienta con su pasado. Y con
aquel padre que no supo amarla.
Heaven
Leigh es uno de los personajes más fascinantes sobre los que jamás
he leído. Simplemente la adoro. Admiro lo fuerte que es, lo
luchadora que es, lo inteligente y generosa que es; incluso me gusta
ese lado oscuro que tiene, ese demonio que convive con el ángel que
hay en ella. Me admira que, pese a todas las desgracias que han
ensombrecido el horizonte de su vida, aún crea que la vida merece la
pena y luche por sobrevivir a cada día, cogiendo fuerza de sus
sueños, los cuales sabemos que se harán realidad a juzgar por su
férrea determinación. Heaven no es una triunfadora, pero es algo
más importante: es una guerrera. Y por ello, aunque no gane todas
sus batallas, sabemos que obtendrá una clase de recompensa
interior... Nuevas fuerzas a las que echar mano. Por que Heaven es un
personaje que ha aprendido a respirar en situaciones muy poco
amistosas... Y sabe transformar esa mala energía en esperanza,
propósitos y motivación. Ni siquiera las desgracias más
descomunales logran derrotarla.
Aunque
podría mencionar muchos más personajes y divagar párrafos y
párrafos acerca de ellos, solo haré mención a uno más: Logan
Stonewall.
En
esta novela tenemos una aparición continua de Logan. Su mayor
importancia no son sus actos, sino la imagen del pasado que supone
para Heaven. Así como evoluciona el personaje de Heaven, el de Logan
también lo hace. Ya no es tan bonachón, confiado y tierno como lo
recordábamos... la decepción y el dolor lo han transformado. Esto
lo advertimos sobre todo en el choque interior que experimenta Heaven
cuando se cita con él ilusionada, esperando reconocer perdón y amor
en los ojos de Logan... Pero él es más determinado y orgulloso de
lo que esperaba... ¿Cuando el orgullo se antepone al amor puede
hablarse de un sentimiento sincero? El orgullo es un guiño del amor
propio... Si tu amor propio está por encima de tu amor por
alguien... ¿Has amado de verdad?
El
primer encuentro entre Heaven y Logan transforma todo el pasado a
ojos de Heaven. Los recuerdos relucen a una nueva luz. Si hubieron
lazos con el pasado que Heaven quería conservar, esos eran el amor
de Logan. Pero tras romper con ese vínculo para siempre Heaven solo
puede experimentar rabia y dolor hacia su pasado.
Lo
cierto es que a mí Logan no me convence. Y jamás me ha convencido.
Hay algo en él que me hace dudar de que sea digno de Heaven. Le
percibo cierto aire de superioridad... Como si él hiciera siempre lo
correcto. Tal vez por eso le cuesta tanto brindar su comprensión a
los demás. Perdonar sus flaquezas. Es tan sólido que no parece que
pueda amoldarse a las necesidades de los demás... Y sí, de acuerdo,
es verdad que él ayudó a Heaven y a su familia cuando eran pobres.
Pero también lo es que dio de lo que tenía. De lo que le sobraba.
Por tanto, creo que no ha dado a Heaven nada realmente de valor. Vale
que fue el primero de todos que tuvo el coraje de dar de lo que a él
le sobraba, pero cuando Heaven solicitó algo que para ella
significaba mucho más (su comprensión), él no le dio ninguna
oportunidad... Me dolió en el alma ese rechazo por parte de él. No
he podido perdonárselo todavía.
Por
otro lado, me gustaría hablar del escenario de la novela. De la
mansión Farthinggale Manor en
especial. Me pareció el escenario ideal donde enterrar todas
las historias prohibidas que encierran sus paredes: La casa enorme,
de tantas habitaciones, reflejo del lujo, la riqueza, y la soledad;
paisaje de pecados y trastornos; Teatro de marionetas donde cada uno
asume su papel para una función de historias divergentes que se
fusionan en un cuento de hadas insano e irreal... Los jardines de
flores, el bosque que peinan las ráfagas salubres del cercano
océano, la playa, la cabaña de fábula con sus flores trepadoras y
su cálido interior; encerrándonos en un cápsula de perfección...
El laberinto de setos... Los pasadizos secretos subterráneos que
conectan varios edificios de la propiedad...
Un
escenario realmente exquisito: tan bello como melancólico.
Me
gustaría comentar la narrativa de la autora, que
se debate entre la lírica, la sensibilidad extrema, la psicología y
la filosofía. Tiene un estilo fino, claro y subjetivo. Sus palabras
se transforman en sensaciones que nos alcanzan.
También
advertiré del carácter ambiguo de la novela. Las primeras
impresiones son patentemente más erradas que en otras novelas..
Nuestra opinión está sometida a una permanente mutación. Los giros
de la novela trastocan nuestro criterio continuamente, siendo
necesario llegar al final para ordenar todas las intensas impresiones
recibidas y formarte una juicio sólido.
Y
para terminar, diré que se
aprecian muchos temas que subyacen del hilo central... Mediante
varios personajes V.C.
Andrews
esboza distintos temas, como por ejemplo, el impacto de la muerte y
las distintas maneras de superación. El abuelo de Heaven no puede
aceptar la ausencia de su esposa y se autoconvence de que sigue junto
a él hasta el punto de convocar una fantasía generalizada. Heaven,
en contraste, experimenta tres muertes muy impactantes, pero la
experiencia la ha dotado de una fortaleza excepcional y tiene sus
ojos fijos en el futuro. Su manera de ver la vida es que el premio se
halla al final del camino. Aunque ni ella misma sabe cuando dará por
finalizado su recorrido.
Tal
y como he dejado caer más atrás, Heaven es un personaje
extremadamente complejo, lleno de contrastes... Tiene en sí misma el
mismo grado de luz que de oscuridad. Su faceta angelical es tan
influyente y poderoso como su lado demoníaco. El pasado miserable ha
sembrado un rencor demasiado anclado en su interior... Y llevará
acabo todos sus planes de venganza, aún cuando eso desate una
desgracia más inmensa de la que es capaz de imaginar. De este modo,
las sombras del pecado siguen extendiéndose sobre la sangre de la
familia...
¿A
cuántos infelices más alcanzará este insano ambiente sombrío de
decadencia y desgracia?
CONCLUSIÓN:
Diría
que es una novela extremadamente romántica e idílica pese a las
imperfecciones (y hasta aberraciones) que germinan en los personajes
que construyen la historia. Una de las causas del invariable tono
oscuro de la novela es la búsqueda de perfección... Los personajes
más desdichados son aquellos incapaces de aceptar la realidad.
Siempre buscan cosas más allá de lo existente... Como la belleza
eterna o el amor verdadero. No pueden alcanzar jamás lo último, ya
que sus expectativas son demasiado idílicas para amoldarse a una
realidad tangible. Y además de todo, un pasado tenebroso, un secreto
inconfesable, dirigirá las vidas de varias generaciones... V.C.
Andrews nos habla de una familia
condenada por sus propios pecados. Por su extremado egoísmo.
Mi
opinión definitiva es que es un libro intenso. No deja indiferente.
Origina sentimientos encontrados y muy extremistas... El amor y el
odio son las dos caras de una misma moneda. La pluma de esta autora
nos hace viajar por una amplía gama de emociones. Y nos hace
sentirlas con una intensidad sorprendente.
La
novela es una canción con un continuo ritmo triste de trasfondo. Una
canción que convocará nuestra sensibilidad y nos removerá por
dentro.
Lizzie Villkatt
CITAS:
#1
-Dejaré
insatisfechos algunos de tus deseos. Nadie debe hacer realidad
enseguida todos sus sueños. Vivimos de sueños, ¿sabes? Y cuando no
queda ninguno por realizar, no tardamos en morir.
#2
“-Vamos,
Heaven. Vamos dentro y hagamos frente a los dragones. Todos tenemos
dragones que matar durante la mayor parte de nuestra vida; la mayoría
de ellos los creamos en nuestra propia imaginación
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