Puntuación: ☆ ☆ ☆ ☆
Al principio me
costó engancharme a la novela. Y eso que empieza fuerte, con una situación que
desarma por completo la rutina de Victoria, la protagonista.
Sin embargo, ha
tenido la fuerza suficiente como para hacerme volver a ella y ha conseguido
sumergirme con éxito.
La novela nos
narra la historia de Victoria y Niall, además de la de la gente que rodea a ambos,
refiriéndonos a familiares y amigos. Y pretende ser ante todo una lección de humildad para alguien tan frívola y de sangre fría como Victoria.
Victoria es una
española altiva, maleducada y algo sádica que hace tiempo perdió la capacidad
de ser amable. Es por tanto una protagonista que probablemente odiéis al
principio. Yo misma proclamo que al principio no la soportaba. NUNCA me había
topado con una protagonista hacia la que sintiese tanta antipatía, en serio. Ni
siquiera el gran mazazo que presenciamos hacia ella es capaz de suscitarnos
empatía ante semejante víbora. Y es tan, pero tan cabezona y vengativa… Además
de que al principio se emberrincha de manera que resulta muy infantil y
desagradable. Vaya, insoportable desde todos los ángulos.
Por otro lado
tenemos a Niall, que es el conde McKenna, propietario del prestigioso castillo
de Eilean Donan. A pesar de la grandiosidad de su ascendencia y de su título
nobiliario, Niall es un hombre humilde y muy unido a su familia. No tiene
reparos en vestir ropa embarrada o desgastada ni en trabajar duro bajo la
abrasadora mirada del sol. Es además un hombre corpulento y sexy que nos
derretirá a toda fémina. Pero es también un hombre arraigado a la tradición
además de autoritario, cabezota y pasional.
Por
circunstancias de trabajo, exactamente la tarea de conseguir que el conde
McKenna firme un permiso en el que ceda el castillo para un spot publicitario,
Victoria viaja a Escocia a zanjar el asunto en persona acompañada de su hermana
Bárbara.
El contraste
entre Victoria y Bárbara es muy marcado. Mientras que Victoria es superficial,
gruñona y desagradecida y maltrata a la gente con comentarios afilados y
miradas cargadas de desdén, Bárbara es una joven natural y enamorada de la
vida, abierta a toda opción que le ofrece la vida, siempre con una sonrisa encantadora
en la cara. Aunque ambas tienen un carácter muy firme y la dignidad por los
cielos. No permiten que nadie les pisotee, algo positivo, sin duda. Me encantan
las protagonistas con genio que saben plantar cara y defenderse con uñas y
dientes. Aparte de satisfacerme da píe a discusiones divertidas con sus
enamorados.
Con este libro la
risa está asegurada. El carácter de las españolas os sacará más de una sonrisa
y también os obligará a soltar carcajadas. Además cuenta con unos personajes
secundarios enternecedores que poco a poco os robarán el corazón. Ninguno tiene
desperdicio y sus apariciones enriquecen la novela de manera significativa.
Si tuviera que
quedarme con uno de los secundarios escogería a Tom. Y es que este abuelo bonachón
y picarón me enterneció por completo. Y logró emocionarme mucho todo lo
relacionado con él… Pero bueno, no cuento más, no quiero arruinarle la historia
a nadie.
Al igual que
risas ha habido lágrimas. Pero las risas son más cuantiosas, así que
tranquilidad, porque sigue siendo un libro perfecto para agarrar en todo estado
de ánimo, incluido el más deprimido. Os aseguro que os olvidaréis de vuestro
mundo y la narrativa amena y fluida de Megan os trasladará de pleno a Escocia,
a un ambiente rodeado de vacas que comen coches. Si lo leéis sabréis a qué me
refiero ;).
Lo mejor del
libro, en mi opinión, son el rico abanico de personajes secundarios, que
repito, le dan un toque especial a la historia. El ambiente que tejen entre
todos es agradablemente familiar y cálido. La evolución de Victoria también es
de lo mejor, sobre todo porque la autora se toma su tiempo y le concede espacio
y experiencias a Victoria que la irán transformando de forma lenta pero
efectiva, además de realista.
Megan Maxwell,
como en todas sus obras que he leído hasta ahora, se centra más en el
desarrollo de la historia y la personalidad de los personajes, centrándose en
el momento presente. Por ello he echado de menos espiar un poco la historia de
cada personaje, saber algún detalle sobre su infancia o algo del pasado que lo
caracterice o marque su forma de ser. Con Niall me ha pasado eso. Victoria y su
pasado están bastante definidos ya que están estrechamente unidos a su transformación,
tanto la negativa como la positiva. Pero en ese aspecto Niall está menos
elaborado.
Por otro lado,
también creo que hay cosas que se hacen esperar demasiado. Como la escena de
sexo entre ellos (después de toda la tensión sexual que te tragas durante más
de doscientas páginas) o la unión definitiva en la que consolidan sus
sentimientos.
Sin embargo,
tiene una hermosa moraleja. Y es que todo en la vida no es dinero y lujo, y
desde luego, eso no es lo más importante. Sacrificar comodidades materiales puede
tener como recompensa el abrazo más confortable del mundo.
LIZZIE VILLKATT
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