domingo, 13 de mayo de 2012

TE LO DIJE




Puntuación:     


Al principio me costó engancharme a la novela. Y eso que empieza fuerte, con una situación que desarma por completo la rutina de Victoria, la protagonista.

Sin embargo, ha tenido la fuerza suficiente como para hacerme volver a ella y ha conseguido sumergirme con éxito.

La novela nos narra la historia de Victoria y Niall, además de la de la gente que rodea a ambos, refiriéndonos a familiares y amigos. Y pretende ser ante todo una lección de humildad para alguien tan frívola y de sangre fría como Victoria.

Victoria es una española altiva, maleducada y algo sádica que hace tiempo perdió la capacidad de ser amable. Es por tanto una protagonista que probablemente odiéis al principio. Yo misma proclamo que al principio no la soportaba. NUNCA me había topado con una protagonista hacia la que sintiese tanta antipatía, en serio. Ni siquiera el gran mazazo que presenciamos hacia ella es capaz de suscitarnos empatía ante semejante víbora. Y es tan, pero tan cabezona y vengativa… Además de que al principio se emberrincha de manera que resulta muy infantil y desagradable. Vaya, insoportable desde todos los ángulos.

Por otro lado tenemos a Niall, que es el conde McKenna, propietario del prestigioso castillo de Eilean Donan. A pesar de la grandiosidad de su ascendencia y de su título nobiliario, Niall es un hombre humilde y muy unido a su familia. No tiene reparos en vestir ropa embarrada o desgastada ni en trabajar duro bajo la abrasadora mirada del sol. Es además un hombre corpulento y sexy que nos derretirá a toda fémina. Pero es también un hombre arraigado a la tradición además de autoritario, cabezota y pasional.

Por circunstancias de trabajo, exactamente la tarea de conseguir que el conde McKenna firme un permiso en el que ceda el castillo para un spot publicitario, Victoria viaja a Escocia a zanjar el asunto en persona acompañada de su hermana Bárbara.

El contraste entre Victoria y Bárbara es muy marcado. Mientras que Victoria es superficial, gruñona y desagradecida y maltrata a la gente con comentarios afilados y miradas cargadas de desdén, Bárbara es una joven natural y enamorada de la vida, abierta a toda opción que le ofrece la vida, siempre con una sonrisa encantadora en la cara. Aunque ambas tienen un carácter muy firme y la dignidad por los cielos. No permiten que nadie les pisotee, algo positivo, sin duda. Me encantan las protagonistas con genio que saben plantar cara y defenderse con uñas y dientes. Aparte de satisfacerme da píe a discusiones divertidas con sus enamorados.

Con este libro la risa está asegurada. El carácter de las españolas os sacará más de una sonrisa y también os obligará a soltar carcajadas. Además cuenta con unos personajes secundarios enternecedores que poco a poco os robarán el corazón. Ninguno tiene desperdicio y sus apariciones enriquecen la novela de manera significativa.

Si tuviera que quedarme con uno de los secundarios escogería a Tom. Y es que este abuelo bonachón y picarón me enterneció por completo. Y logró emocionarme mucho todo lo relacionado con él… Pero bueno, no cuento más, no quiero arruinarle la historia a nadie.

Al igual que risas ha habido lágrimas. Pero las risas son más cuantiosas, así que tranquilidad, porque sigue siendo un libro perfecto para agarrar en todo estado de ánimo, incluido el más deprimido. Os aseguro que os olvidaréis de vuestro mundo y la narrativa amena y fluida de Megan os trasladará de pleno a Escocia, a un ambiente rodeado de vacas que comen coches. Si lo leéis sabréis a qué me refiero ;).

Lo mejor del libro, en mi opinión, son el rico abanico de personajes secundarios, que repito, le dan un toque especial a la historia. El ambiente que tejen entre todos es agradablemente familiar y cálido. La evolución de Victoria también es de lo mejor, sobre todo porque la autora se toma su tiempo y le concede espacio y experiencias a Victoria que la irán transformando de forma lenta pero efectiva, además de realista.

Megan Maxwell, como en todas sus obras que he leído hasta ahora, se centra más en el desarrollo de la historia y la personalidad de los personajes, centrándose en el momento presente. Por ello he echado de menos espiar un poco la historia de cada personaje, saber algún detalle sobre su infancia o algo del pasado que lo caracterice o marque su forma de ser. Con Niall me ha pasado eso. Victoria y su pasado están bastante definidos ya que están estrechamente unidos a su transformación, tanto la negativa como la positiva. Pero en ese aspecto Niall está menos elaborado.

Por otro lado, también creo que hay cosas que se hacen esperar demasiado. Como la escena de sexo entre ellos (después de toda la tensión sexual que te tragas durante más de doscientas páginas) o la unión definitiva en la que consolidan sus sentimientos.

Sin embargo, tiene una hermosa moraleja. Y es que todo en la vida no es dinero y lujo, y desde luego, eso no es lo más importante. Sacrificar comodidades materiales puede tener como recompensa el abrazo más confortable del mundo.


LIZZIE VILLKATT

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