miércoles, 9 de mayo de 2012

EL DIABLO VISTE DE PRADA



Puntuación:     



No sabía qué esperar de este libro. En un principio lo cogí porque me apetecía una literatura amena y divertida. Y la he tenido, definitivamente.

El libro se cuenta en primera persona, cosa que me encantó. Y enseguida conecté con la protagonista, Andrea Sachs (Andy), una joven que recién acaba de terminar sus estudios de filología inglesa y se muda a Nueva York con el sueño de poder trabajar para la revista New Yorker.

Sin embargo, la única entrevista a la que es llamada es para trabajar en la revista Runway, la biblia de la moda en todo el mundo. Y su trabajo, específicamente, consiste en complacer todos y cada uno de los caprichos, por imposibles o extravagantes que puedan parecer, de su prestigiosa y mundialmente alabada editora, Miranda Priestly, una indiscutible leyenda de la moda.

A partir del momento en el que Andy es escogida como la segunda ayudante personal de Miranda (puesto por el que <<muchas chicas darían un ojo de la cara>>) seguiremos de cerca la vida profesional de Andy, que siempre estará desbordada de trabajo, incluso en fines de semana. Y su oficio consistirá desde desenvolver regalos enviados a Miranda de parte de cientos de firmas prestigiosas como Versace, Prada, Dior, Fendi, Chanel, Calvin Klein, Celine, Mark Badgley, James Mischka, Tom Ford, Nicole Miller, Narciso Rodríguez, Armani, Jimmy Choo, Gucci o Dolce & Gabbana (se aprende mucho de moda con el libro XD) a conseguirle el manuscrito aún sin publicar de Harry Potter a las hijas de Miranda o incluso a conseguirle una reseña crítica sobre un restaurante de fusión oriental publicado en un periódico de Washington (sin especificar en qué estado está el restaurante ni dando el nombre del mismo). En fin, una pesadilla de mujer de veras.

Vamos, que nadie dude de que el título le va al pelo a esta jefa hija de puta. Porque sí, porque así hay que definirla.

Andrea pasará un año infernal al servicio de esta mujer, haciendo malabares con cafés, pegada a un teléfono que suena a horas intempestivas (el diablo definitivamente no duerme) y alejándose poco a poco de todo sus seres queridos en aras de complacer a esta mujer las 24h del día. Lo único que la consuela es el saber del poder de Miranda, y el conocimiento de que ésta recompensa bien a sus servidores competentes, posicionándolos allá donde siempre han soñado con solo una llamada telefónica.

Pero, ¿merece la pena sacrificar un noviazgo de 4 años, una amistad de toda una vida y la relación con sus padres y su hermana por ello?

Poco a poco Andrea se verá más envuelta en este frívolo y egoísta mundo de la moda, y cada día encajará mejor entre las filas de sus integrantes. Poco a poco caerá en las garras de Miranda Priestly, quien pronunciará una frase <<Me recuerdas a mí cuando tenía tu edad>> que le hará replantearse sus prioridades en la vida.

¿Tienen los sueños un precio límite? ¿Merece la pena el cumplimento de un sueño cuando tienes que vender tu moralidad y tu personalidad? ¿Estará Andrea a las puertas de ser una mujer como Miranda: egoísta, altiva y sádica que disfruta provocando ataques de pánico a su alrededor y humillando a la gente que considera inferior (el 90% del mundo, de paso sea dicho)?

Lo que más me gustó de la novela es la protagonista y Miranda Priestly.

Andrea nos narra su historia en un tono sarcástico, inteligente, mordaz y reflexivo que hacen que, aunque la historia sea un poco monótona en sí, no se vuelva en ningún momento aburrida. Además, me he sentido identificada con la protagonista. Su inicial resolución a no dejarse cambiar por Runway, cuando calzaba zapatos baratos y baratijas de prendas, sus pequeñas revelaciones contra ese mundo superficial y clasicista del que se burla al principio. Yo también voto por serme fiel a mí misma. Aunque seguramente las circunstancias terminan influyéndote después de un largo tiempo, como le ocurre a Andrea, sobre todo teniendo en cuenta que van arrancándola de su nido junto a sus familiares y amigos y de pronto el eje de su vida es su trabajo. Es normal que cuando te esfuerzas lo sobrehumano por algo te termine infectando. Y eso es exactamente lo que le ocurre a Andrea. De pronto escoger el modelito perfecto para una evento social, maquillarse adecuadamente o aprender a combinar los complementos y elegir zapatos se le torna de vital importancia, desterrando por entero su antigua imagen en chándal y deportivas y un moño mal hecho.

En resumen, Andrea es humana, y eso ya es suficiente para que me encante. Comete errores y en algún momento que ni ella logra identificar se rinde ante su asediador: la moda. Pero además me gustó su manera de ser.

En cuanto a Miranda, sin duda le da el toque importante a la novela con sus encargos irrealizables, sus llamadas a voz en grito, su postura de soytriunfadorayelrestodelmundoesperdedor, su paciencia tan limitada, su sadismo al humillar a la gente a su servicio, y su alergia a las excusas, pues en su opinión es culpa absoluta de la negligencia del responsable de aplacar sus caprichos y no de las circunstancias lo que evita que obtenga lo que quiere.

Los secundarios además están bien planteados. Nos son pegotes que solo actúan para poder desarrollar la trama. Están presentes todo el tiempo, y eso nos hace la notar la importancia que tienen en la vida de Andrea sin que la autora nos lo tenga que explicar mediante palabras exactas. Por tanto, cuando interfieren tan bruscamente en la trama hacia el final, podemos notar la importancia de lo que decida hacer Andrea al respecto.

Pero bueno, no desembucharé nada.

Solamente repetir que me he reído y entretenido hasta el punto de ser ajena al paso del tiempo y de que me encantó viajar hacia el corazón del glamour con Andrea Sachs, personaje que me ha gustado mucho. Ha sido como escuchar la historia de boca de una buena amiga con un estupendo sentido del humor y el toque dramático necesario para conmovernos.

Estupenda.


LIZZIE VILLKATT

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