domingo, 25 de noviembre de 2012

DOS VELAS PARA EL DIABLO


Puntuación: ☆☆☆☆



SINOPIS:

Hoy día,
Ya nadie cree en los ángeles.
Sin embargo,
Hay gente que sí cree en los demonios.
Pero los ángeles existen
Y han existido siempre.
¿Qué cómo lo sé?
Porque mi padre era uno de ellos.
El problema es que,
Cuando los ángeles te dan la espalda,
¿en quién puedes confiar?





OPINIÓN:

¡IMPRESIONANTE!


En todos los sentidos. Hay personajes carismáticos, una trama coherente y llena de giros inesperados, un relato plagado de detalles perfectamente encajados, un final espectacular, una dosis de suspense e intriga que te mantiene pegada a las páginas, y hasta una historia de amor muy bonita que se perfila a través de las vivencias y sucesos.


¿Que de qué va?


Bien, intentaré venderos la historia revelando lo mínimo posible... Porque esta historia es fascinante y llena de sorpresas, y que os spoileen una sola cosa sería muy frustrante y le restaría magia a la lectura.


Cat/Caterina es la hija de un ángel. Siempre han estado ellos dos solos, siempre han viajado por el mundo, a paso lento pero seguro. Cat siempre ha tenido conocimiento de la verdadera naturaleza de su padre, pero aún así ha tenido que indagar mucho por su propia cuenta, pues su padre no hablaba abiertamente de ello. En ocasiones ni siquiera recuerda muchas cosas, pues lleva en la tierra miles de años y ninguna mente está preparada para almacenar tantos recuerdos.


Pero entonces un día Cat se encuentra sola. Su padre ha sido asesinado por los demonios... Y han intentado llevársela a ella también. Cat está dolida, rabiosa y confundida. Su padre era todo lo que tenía, todo lo que amaba, y ahora había sido asesinado... Y ella desea vengarle.


Pero pronto todo apunta a que detrás de la muerte de su padre hay algo mucho más complejo que también la involucra a ella misma. ¿Qué interés puede tener nadie en una simple humana?


Sus deseos de venganza y su obcecación la llevaran hasta Angelo, un demonio menor y muy aburrido al que, por suerte para Cat, la historia que va tejiéndose en torno a ella le llama lo suficiente la atención como para aceptar implicarse un poco...


Y a partir de ahí preparaos para un viaje increíble. En todos los sentidos, porque la autora nos trasporta a diferentes ciudades como Madrid, Berlín, Shangai y Florencia. Pero la travesía más increíble será al núcleo de esta historia, hacía la progresión de la trepidante y magnífica imaginación de Laura Gallego.


La autora ha creado un universo complejo y coherente dentro de su esencia fantástica. Partiendo sobre las bases ya escritas -es decir, la jerarquía angélica y demoniaca; incluso ha echado mano de personajes mundialmente reconocidos como Gabriel, Miguel, Rafael, Uriel o Astaroth o el mismísimo Lucifer. Y para ello no cabe duda se ha documentado muy bien-, ha creado un entramado maravilloso, un mundo lleno de matices que tiene una apasionante historia y unos impresionantes orígenes. Sí, sí, porque aquí se nos ofrece una versión alternativa sobre la proveniencia y creación de la humanidad, y además se nos retrata como el cáncer del mundo. Pero qué queréis que os diga, nada de ofenderse, ¿al fin y al cabo no somos los seres que más han perjudicado el planeta, que han sido la causa y razón de tantas especies extinguidas y en vías de extinción, de tanta muerte y destrucción? Pero nosotros no tenemos individuos opuestos que regeneren lo que destrozamos, y esa es nuestra mayor maldición. Los demonios son malvados, son destructivos, son sádicos, pero tienen a los ángeles para restablecer la balanza, para regenerar, para amar la vida y defenderla. En cambio, nosotros somos una plaga sin par, un virus al servicio del deterioro del planeta. Una enfermedad sin antídoto.


En fin, que si queréis revelaciones sorprendentes y derroteros inesperados, todo ello sujeto a una historia fantástica, original, imaginativa y hermosa, ésta es vuestra historia.


Y con personajes inolvidables... Como Angelo. Dios, es un demonio que jamás se sale de su esencia retorcida, aún cuando es capaz de ser amigable y agradable, pero siempre a su manera. Nunca deja de ser lo que es, aunque hay que decir que es un demonio inteligente, con perspectiva, que no se entrega al instinto de destruir porque sí. Considera el peso de todo y sabe escoger sus batallas. Es suspicaz, reflexivo, astuto, audaz, con un talento increíble para negociar y conseguir lo que le interesa, y algo de egoísta también tiene, aunque no es un defecto que no pueda ser eclipsado por facetas más positivas.


Para ser sinceras, me he enamorado de él (jajaj). Es diferente al gran Kirtash, pero aún así no puedes evitar acordarte un poco de él… ¿Qué no sabéis quién es? Pues corriendo a leeros Memorias de Idhún. Es un libro taaaan grande que es indescriptible. Y el personaje al que hacía referencia, Kirtash, es protagonista en la saga, y el primer personaje literario que me enamoró a mi tierna edad de trece o catorce años :).


Volviendo a la novela que nos ocupa, la heroína, Cat, también me ha gustado. Es una adolescente con una fortaleza excepcional. Se queda sola en el mundo, pero apenas pasa tiempo autocompadeciéndose. En vez de eso, se yergue en pie, empuña la espada de su padre  y esconde sus miedos y sus inseguridades tras una máscara de decisión y coraje que la llevarán muy lejos. La verdad es que la joven padece muchas desgracias, pero es increíble el modo en que las sobrelleva, como las soporta e incluso a veces bromea de ellas. Además, es una chica que se da el protagonismo que merece, que mete las narices si tiene que hacerlo y que no soporta ni permite que se le excluya. Allí está ella, tomando parte en una batalla arriesgada y peligrosa, aunque muchos le recomienden que es insignificante y que se mantenga un lado, que no tiene el poder de luchar por lo que cree. Pero ella no se rendirá, ni se derrumbará aunque vayan a dársele motivos de sobra.


Aunque por supuesto, también tiene sus resbalones, sus momentos de debilidad. Y los expresa con la misma valentía e intensidad con la que deja ver su fortaleza. Esos momentos te llenan de ternura y de empatía el corazón, te encoges y lloras por ella, con ella.


Sí, he llorado un par de veces con el libro. Una de esas veces en el final… Y no porque fuera triste… Es un final especial, emotivo, esperanzador, hermoso. Por ahí he leído que a mucha gente no le ha gustado… Pues a mí me ha EN-CAN-TA-DO. El gesto final de Angelo fue tan bonito, tan honesto, tan puro, tan cálido… Y entre otras cosas, creo que tenía que acabar así… Ha sido una guinda realista y tierna para la historia… Y además, se deja una puerta abierta, y es fácil que tu imaginación de la pincelada final al cuadro de futuro feliz.


Pero no solo se llora con esta historia. También se ríe. Las réplicas entre Angelo y Cat son muy entretenidas… Y soltaba la carcajada cuando me imaginaba a Cat merodeando a su alrededor y hablándole y él ignorándole descaradamente y de vez en cuando restregándole que era una pesada jajajaj.


Por último, me gustaría resaltar que el resto de personajes no tienen desperdicio tampoco. Porque los personajes de Laura no son negros o blancos, son grises. Ella no tira por los personajes estereotipados, y en cambio los dota de opiniones, deseos, experiencias o pensamientos que a veces desembocan en una buena acción o en una mala.


Y nada, que soy consciente que me he deshecho en elogios, pero es que con esta escritora siento debilidad. Le tengo mucho cariño a sus libros… Y éste además ha pasado a estar entre mis favoritos. Porque me ha emocionado, me ha sorprendido y la originalidad que contiene me ha cautivado. Y Angelo es un personaje brillante.


Pero si tengo que hablar de alguna pega, diría que puede que haya un “exceso de información”. Quiero decir, la historia que plantea Laura Gallego es compleja… Y está llena de matices. Y para hacernos comprender cada detalle del universo que ha diseñado va diseminando datos por todas las páginas… Y es MUCHO que asimilar. Por esa parte, hay veces en las que necesitas despejarte (o al menos a mí me ha pasado) porque se disparaba muchísima información. Y además monopoliza mucho la interacción de los protagonistas. Quiero decir, la historia va tan rápido, tan centrada en la trama de investigación, que al final en cierto modo se desaprovechan un poco las facetas más características de los personajes. Cat es humana, y supongo que no tendrá mucho más que contar de lo que ya se expone en el libro… Pero Angelo es otra cosa. Angelo es absolutamente excepcional. Lleva miles de años existiendo, es un ser extraordinario, tiene capacidades inimaginables… Y solo se ponen al servicio de la trama. El libro podría haber sido mucho más rico e interesante si hubiera explorado la historia personal de Angelo, si nos hubiera dejado entrever más de su naturaleza… Pero se puede decir que le achaca las características básicas de los demonios, y ya está. No hay mucho detalle personal de su existencia, de lo que es él…


Supongo que a la autora le interesaba contar la historia, descubrirnos solo los parámetros necesarios para su desarrollo… Pero muchas veces lo que hace memorable un libro no es tanto la ingeniosa trama como la fuerza de los personajes. Este libro es memorable, no digo que no, pero Angelo merecía un tratamiento más intrínseco.


Pero bueno, la novela sigue pareciéndome grandiosa.


Lizzie Villkatt






UNAS CITAS…

#1
¿Cómo distinguir a un ángel de un demonio? Es sencillo: cuanto te encuentres al borde de un precipicio, el ángel te tenderá la mano y el demonio te empujará.
Aunque , claro… Entonces ya será demasiado tarde.

#2
—¿Darle gracias a Dios? —repito con voz ronca; alzo la cabeza y clavo la mirada en los profundos ojos verdes de Jeiazel—. ¿Tú crees que Dios me escucharía?
He puesto el dedo en la llaga. El ángel respira hondo.
—No lo sé —dice con sinceridad—. Pero lo que sí tengo claro es que, si no das gracias, nunca habrá nadie al otro lado para recibirlas.

#3
Todavía seguimos sin hablar, supongo que porque no tenemos nada que decirnos, o porque nuestros puntos de vista acerca de todo son tan opuestos que no podríamos mantener una conversación sin terminar discutiendo.

#4
—El futuro —afirma con gravedad—. Es como un río, tan ancho y poderoso que no se puede cambiar ni invertir su curso. Sin embargo, al mismo tiempo está formado por multitud de pequeños afluentes que sí podemos desviar. Puedes cambiar tu futuro, porque muchas de las acciones solo dependen de ti. Pero no podrás modificar el destino de toda la humanidad. Para eso es necesaria una acción grandiosa… extraordinaria… una acción cuyas consecuencias realmente supongan un giro en la historia del mundo. Esas acciones no están al alcance de cualquiera, y cuando alguien se ve en la coyuntura de decidir si llevar o no a cabo un acto semejante, normalmente no es consciente de ello. Pero en ocasiones… existe la posibilidad de hacer… o no hacer… algo que cambiará el destino del mundo.

#5
Las relaciones de cualquier tipo implican emoción, y eso deja en nosotros una huella más duradera. Recordamos haber amado y haber odiado, tenemos una vaga idea de cómo sucedió aquello, pero los nombres, los rostros, las fechas y los detalles se borran de nuestra memoria con muchísima facilidad. Por fortuna, las emociones permanecen. De lo contrario, nuestra propia personalidad, forjada a lo largo de eones de experiencias, se disolvería junto con nuestros recuerdos.

domingo, 28 de octubre de 2012

POR UN BESO



Puntuación: ☆☆☆



SINOPSIS:
Hyacint, la última hija soltera de la familia Bridgerton, ha perdido la ilusión por las temporadas de baile en Londres. Aunque es joven y hermosa y pertenece a una familia muy admirada, su ágil inteligencia, su lengua descarada y su fuerte carácter parecen ahuyentar a todos los pretendientes. Excepto a Gareth St. Clair, el nieto díscolo de Lady Danbury, el seductor con peor reputación entre la alta sociedad y el único en todo Londres capaz de dejarla con la palabra en la boca y el pulso acelerado... y que además parece disfrutar con ello. Cuando él le pide ayuda para descifrar un secreto de su pasado oculto en un diario escrito en italiano, ella no puede negarse. Pronto se ven inmersos en una aventura en la que cada uno de ellos descubre que ha encontrado en el otro, por fin, un desafío a su altura.


OPINIÓN PERSONAL:
Julia Quinn siempre me ha encantado como autora; es una de mis predilectas, tanto porque ha estado presente en mis lecturas desde que descubrí el género romántico como porque sus historias siempre han saciado mis expectativas. Sus personajes son carismáticos, los diálogos entre ellos chispeantes, y sus tramas envolventes.
En esta novela ha hecho alarde de todas las virtudes que le achaco, aunque me ha llegado con menos intensidad. Aún así, es una novela de aplauso, porque es la séptima correspondiente a una saga y para pertenecer a una serie tan larga y trabajada ha conseguido ser una lectura bonita y agradable. Cosa que es todo un mérito, ya que bien podría haber quedado totalmente sepultada y haber sido un pálido e inconsistente reflejo de sus antecesoras. Pero no, la novela consigue mantener nuestro interés.
Los personajes, como siempre, han sido una exquisitez.
Por un lado tenemos a Hyacinth Bridgerton, la más pequeña de toda una familia de ocho hermanos. Hyacinth es una jovencita descarada, honesta, inteligente e inquieta. A pesar de su elevada dote lleva unas cuantas temporadas en el mercado matrimonial y ha recibido muchísimas menos propuestas de las que corresponde al prestigio de su apellido, al título de su familia y a la riqueza con la que está prevista que dote a su pretendiente. ¿El motivo? Hyacinth es objeto del terror de los caballeros. Simple y llanamente porque no se esfuerza en ocultar su inteligencia ni se reprime de brillar sobre las mentes de los demás. Los hombres quieren mujeres manipulables, y Hyacinth no es alguien que se ajuste a sus cómodas perspectivas… Ella necesita un hombre audaz y a su altura a quien poder amar.
Hyacinth está muy segura de sí misma. Sabe quién es y se encanta a sí misma, y eso es lo que irradia a todo aquel que la conoce. Sin embargo, todo el mundo tenemos inquietudes e inseguridades, incluso la fuerte y natural Hyacinth, aunque sus dudas solo se despertarán con la aparición de Gareth Saint Clair.
Gareth es un joven despreocupado, alegre y pícaro. Su reputación escandalosa e indecente lo retratan como un hombre ligeramente perverso, aunque esa imagen se ve desquebrajada cada vez que manifiesta el profundo amor que le profesa a su abuela, lady Danbury. Ella es la única persona que tiene ahora en el mundo, la única que lo ama y a la que el ama. La única persona por la que estaría dispuest0 a entregar su vida… Y la realidad de eso lo hace darse cuenta de lo solo que está en el mundo.
Hyacinth y Gareth pertenecen a realidades opuestas. Hyacinth es la hija menor de una familia numerosa y amorosa. Gareth es el despreciado segundo hijo de un barón que vive para atormentarlo. Jamás ha conocido el amor paternal, y a pesar de las evidencias del odio del barón hacia él durante años, jamás ha alcanzado la indiferencia que le habría gustado adoptar ante la actitud de desdén de su padre. De alguna manera u otra, su vida está más condicionada por el endemoniado barón de lo que él jamás admitiría. Él hombre que solo le profesa desdén, aquel que tanto le odia y tanto se empeña en hundirlo, es la persona que más poder tiene sobre él aunque no esté dispuesto a asumirlo.
Mientras Gareth esté sujeto a la perversa influencia de su padre no tiene acceso absoluto  a su felicidad, y por eso será importante que resuelva sus emociones hacia su pasado y hacia el barón y comprenda la importancia que debe ocupar todo aquello que lo rodea.
Hyacinth también tendrá trabajo por su parte, ya que tendrá que asumir una nueva realidad con respecto a ella misma.
Aparte de los enredos de origen personal, Julia Quinn nos presenta una trama intrigante que servirá para unir a ambos protagonistas y los lance en la búsqueda de unos diamantes que la abuela italiana de Gareth escondió hace unos setenta años.
Sin embargo, la buena mujer era más astuta y críptica de lo que suponían en un principio y les valdrá más de un dolor de cabeza la captura del tesoro (sobre todo para Gareth jajaja).
Lo cierto es que la novela me ha gustado bastante. Los personajes son maravillosos y sus encantadoras personalidades dan mucho juego y humor a la historia. No puedo negar que la lectura de la novela ha sido como una permanente sonrisa… ¿Cómo no serlo cuando hemos tenido lady Danbury de sobra? ¡Ah! Adoro a esa anciana metomentodo, criticona y manipuladora (que aunque la he descrito con cualidades insufribles ella hace que sean encantadoras… ¡Imaginaos la brillantez de su carismático personaje pues!)
La trama es sencilla y amena, como es habitual en los libros de Julia Quinn. Hay algún que otro secreto planteado en la novela, pero desde luego no se convierten en eje de interés. El interés que se esfuerza por despertar la autora se centra en los encuentros y desencuentros de Hyacinth y Gareth y en el modo que se superan sus conflictos internos para atreverse a amar.


Lizzie Villkatt


UNAS CITAS…
#1
—Aparte de la insolencia —continúo resueltamente, haciendo un gesto hacia Gareth, como si fuese una especie de zoología en estudio—, es verdaderamente un nieto excepcional. No podría pedir más.
Gareth observó divertido mientras Hyacinth murmuraba algo como queriendo manifestar su acuerdo pero sin decirlo exactamente:
—Claro que no es mucho lo que tiene en cuanto a competidores —añadió la abuela Danbury, haciendo un gesto despectivo con la mano—. Los demás solo tienen tres cerebros para repartirse entre ellos.
No era eso el más vibrante de los elogios a sus demás nietos, puesto que tenía doce vivos.
—He oído decir que algunos animales se comen a sus propias crías —musitó Gareth, a nadie en particular.

#2
—Van a pensar que me está cortejando —dijo Hyacinth.
—Tonterías —dijo él, sentándose en la silla desocupada al lado de ella—. Todo el mundo sabe que no cortejo a mujeres respetables, y, además, yo diría que eso solo mejoraría su reputación.
—Y yo que pensaba que la modestia era una virtud sobrevalorada.
Él la obsequió con una sosa sonrisa.
—No es que quiera darle municiones, pero la triste realidad es que la mayoría de los hombres son como ovejas. Sonde va uno, allí va el resto. ¿Y no dijo que deseaba casarse?
—No con alguien que le siga a usted como la oveja jefe.

#3
En la vida de toda persona hay momentos en que esta haría cualquier cosa por dejarlos para después.

#4
—Eso me hace pensar. Como tu futuro marido, ¿debe preocuparme esa frase <<si soy bastante fastidiosa>>?
—No, si accedes a todos mis deseos.
—Frase que me preocupa más aún.
Ella simplemente sonrió.

lunes, 8 de octubre de 2012

LA INQUILINA DE WILDFELL-HALL



Puntuación: ☆☆☆☆☆



SINOPSIS:

Tras muchos años de abandono, la destartalada y ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina -una viuda, al parecer- no tarda, con su carácter retraído y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña triste belleza, en atraerse las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven e impetuoso agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto un pasado… más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar.




OPINIÓN PERSONAL:

Hace demasiado que no actualizo esto… Y en parte es porque el ritmo de mis lecturas se ha ralentizado. Ya no dispongo de todo el tiempo que me gustaría para leer, y el poco tiempo que tengo para mi disfrute ha de ser dividido entre mis muchas aficiones… Pero bueno, prometo ser contante, aunque no sea tan frecuentemente… Y hoy os dejo mi opinión personal respecto a esta interesante novela victoriana.

Ha sido esta una lectura amarga y dulce. Y me ha servido para convencerme del virtuoso talento de Anne Brontë, cuyo trabajo en comparación con el de sus dos hermanas quedó bastante menos manifiesto. Y no porque fuera inferior, para nada, pero al parecer la novela de sus hermanas recibió mucha más atención y la existencia de las mismas fue divulgada con más empuje.

Sin embargo, Anne Brontë es una escritora magnífica, y tiene una comprensión tan profunda del género humano, y lo manifiesta de una forma tan reflexiva y sentida, que es todo un privilegio acceder a su talento analítico a través de sus personajes inventados.

En esta novela contamos con dos puntos de vista; la narración se va relevando entre la protagonista femenina, Elena, y el masculino, Gilberto. Por ello, tenemos pleno acceso a los pensamientos de cada uno y tenemos un retrato íntimo y claro de la manera de ser de los dos.

Elena es una mujer joven y atormentada que huye de su pasado cuando Gilberto la conoce y se queda encandilado de su espléndida belleza y la pureza y sencillez de su carácter honesto y resuelto. Ambos se conocen, y aún con los prejuicios que tratan de influenciar su opinión con respecto al otro, consiguen tenerse en una altísima estima, tanto así que pasan al nivel en el que disfrutar de la compañía de alguien tiene consecuencias atormentadoras al percibir lo elevado que va tornándose el sentimiento y lo improbable de que éste evolucione trayendo felicidad a ambos. Por ello, su relación será como un campo magnético, cuya atracción va variando de dirección, aproximándolos primero a la más plácida cercanía para después alejarlos e imponer entre ambos una distancia insalvable. Porque hay veces en la vida en las que nuestros deseos no se ajustan a nuestras circunstancias, y aquello que más nos distrae en nuestro pesar es aquello que luego más aflige el alma.

Elena llega un buen día a un condado y se instala en una mansión semiderruida para alimentar la práctica de conjeturar en los tediosos habitantes del lugar. Una mujer autónoma, ermitaña y sola cargando con la educación de un hijo pequeño despierta las sospechas de la sociedad del condado, y pronto empiezan a circular chismes poco halagüeños para ella, alimentados por su extraña situación y por la actitud reservada y ligeramente misántropa de Elena, que no satisface a aquellos que, por motivos más o menos simpáticos, desean tratar con ella con resultados bastante frustrantes. Porque Elena es una joven solitaria, melancólica y desinteresada que solo parece sentir interés en pasar tiempo con su pequeño y en pintar. Jamás se molesta en devolver las visitas que le hacen, declina invitaciones y no se molesta en ocultar la escasa complacencia que le causa las visitas de los demás.

Sin embargo, en contra de la mala opinión que las gentes de allí van generándose sobre ella, Gilberto ve más allá de los prejuicios, y se molesta en conocer más hondamente a la joven, y sabe luchar con eficacia contra las reservas y la poca disposición inicial de la joven a sus intentos de diálogo.

Finalmente consigue ganarse el aprecio de la joven, y eso sólo le sirve para acrecentar su propio afecto hacia ella, de modo que ambos terminan irremediablemente atrapados en un cariño mutuo que por razones más allá de sus posibilidades no pueden ver evolucionar y verse sumidos en una dicha conjunta.

El pasado de la joven acecha su presente, y ha sembrado en su alma demonios y angustias que no está del todo en su mano disipar. La felicidad absoluta no es una posibilidad para ella, porque el constante temor en el que se ha convertido su vida se lo impide, pero eso no quiere decir que no encuentre felicidad en ver a su pequeño retoño junto a ella, creciendo sano y alegre, sin las influencias perversas de su ruin y perjudicial padre.

La novela retrata muy bien la cárcel que podía llegar a ser la condición de mujer en la época victoriana. Se ve bien como las mujeres son persuadidas por sus propios familiares para que contraigan matrimonio, sacrificando su felicidad en aras de conceder a su familia títulos nobiliarios, riquezas, propiedades y prestigio.

Leyendo las líneas de esta obra, una se siente enrabiada y afligida por el sometimiento tan cruel al que se vio subyugada la mujer, y a una se le despedaza el alma al ser consciente de la gravedad de una mala elección. Un error podía costarte la paz y la felicidad de toda una vida…

Que es lo que le ocurrió a nuestra protagonista, Elena. Embelesada con la energía y el carácter alegre de Arturo, y espoleada por la inexperiencia y la ingenuidad de la juventud, aceptó su proposición de matrimonio, condenándose a una vida repleta de dolor, desesperación, amargor y crudos y numerosos padecimientos psicológicos.

Arturo, su marido, es un libertino incorregible y despiadado. Su egoísmo ya es manifiesto desde el principio de su matrimonio, demostrando preocuparse únicamente de su propio disfrute cuando acelera el viaje de novios alegando que él ya conoce todos esos lugares y estaba aburrido de verlos… Pero la esperanza, dulce y amargo elixir, amigo y enemigo a la misma vez, le hacen figurarse a Elena que lo que le ocurre a su marido es simplemente que quiere instalarse en una tranquila y cómoda rutina de casados cuanto antes… Pero no podía equivocarse más. Atolondrado e inquieto como es, Arturo no tarda en manifestar la impaciencia que le reporta la calma, no hallando apenas distraimiento en su nueva vida en el campo… Y Elena no puede retenerlo a su lado mucho tiempo antes de que él decida huir a la ciudad, a entregarse a los más bajos vicios y a los más funestos placeres, abandonando a su esposa en una espiral de angustia e inquietud que la atormentan todos los días hasta que él regresa meses más tarde. La degradación de su espíritu se refleja en su aspecto, pues vuelve depuesto y débil, consumido por prácticas denigrantes por las que siente una adicción insana e incorregible.

Al principio, Elena resuelve no exponerle el disgusto y la contrariedad que le ha provocado el resultado de su larga marcha. Y en cambio, se muestra solícita y dulce, atendiéndolo con toda su bondad y afecto, esperando que la actitud complaciente de ella despierte en él vergüenza y arrepentimiento por su deplorable conducta… Además, está decidida a perdonarle sus faltas y a confiar en que no volverá a adoptar prácticas tan fatales y a abandonarla nuevamente. Está decidida a continuar amándole, y confía en que podrá convencerle, con su amor y su dedicación y el verdadero cariño e interés que tiene por regenerar su alma, de abandonar su vida pasada basada en las orgías y el vicio.

Pero las cosas no tardan en volver a repetirse, y Elena, con su gran fortaleza y su casi inquebrantable fe, resiste con paciencia todas las desgracias a la que le somete su marido, y no deja de acariciar la esperanza de que logrará por fin hacer de su marido un hombre bueno y digno del amor que le profesa… pero si la situación varia ligeramente, siempre es a peor…

Finalmente, a favor de todo pronóstico, Elena termina por aceptar la realidad: su marido es incorregible, y su conducta jamás cambiará, pues el arrepentimiento no es algo que vaya a experimentar jamás y solo se burla de quienes tratan de aconsejarle buenamente como ella. Desprecia todos sus intentos por acercarlo a ella para que sane su alma pecaminosa y aprenda nuevas aficiones y costumbres que lo aparten de la degradación para siempre.

Así pues, ante lo evidente, el afecto de Elena se extingue, pero su felicidad hogareña no está del todo condenada, ya que da a luz a un hijo, Arturito, que se convertirá en su primera fuente de dicha y de esperanza.

Sin embargo, pronto verá perturbado su único placer por la influencia pervertida que tiene su marido en el niño. Un hombre tan malvado como él no es mejor padre que marido, y en cambio consiente en todo a su hijo, distorsionando los conceptos del bien y del mal, emborronando los límites de cada término. En una época tan influenciable como es la niñez, es de vital importancia exponerle a los niños las cosas con claridad; Elena lo sabe muy bien, y su alma llora cada vez que ve amenazado el porvenir de su hijo como un hombre bueno, noble y respetable, la contraposición de su padre. Pero por otra parte poco puede hacer para evitarlo, pues Arturo, por repugnante que sea sigue siendo su padre y por mucho que lo desea no puede negarle el derecho de pasar tiempo con su hijo…

Por ello, Elena pasa la etapa más tormentosa de su vida, siendo un imponente testigo de cómo Arturo emborracha a su hijo, incitándole a tener inclinación por un vicio tan bochornoso desde muy pequeño, y preparándolo para hacer del niño un retrato de sí mismo, enseñándole frases soeces y palabras injuriosas.

¿Os podéis imaginar la impotencia de esta mujer, relegada a ser una espectadora con pocas posibilidades de intervención, mientras observa como toda lo bonanza y buenos sentimientos que siembra con esfuerzo en el corazón de su pequeño son arrancados de cuajo por su padre para cultivar en cambio hierbajos espinosos y malas plantas? ¿Os podéis figurar como las mujeres tenían tan pocas referencias, por el confinamiento y la ignorancia a la que estaban sujetas por voluntad de sus propios familiares y el protocolo social, para escoger y determinar así su futuro? Porque las mujeres solo tenían el privilegio de elegir; toda iniciativa les estaba vedada.

¿Podéis llegar a evocar cuán importante era para ellas elegir bien el compañero de sus vidas? ¿Y qué dimensiones podía llegar a tomar una mala elección? ¿A cuántos aspectos de su vida influía su juicio a la hora de tomar una decisión, a cuantas posibilidades tormentosas se exponían cada vez que aceptaban una proposición…? ¿Y a qué fatal destino podían estar atadas hasta el fin de los días…?

Si no podéis llegar a imaginarlo, os invito a que leáis esta novela, donde estoy segura hallaréis muchos motivos para indignaros, sentiros impotentes por la suerte de sus narradores, y para querer protestar por tanta injusticia y sometimiento. Solo os digo que yo he llegado a llorar de rabia y de pena con el libro…

Esta es una novela que cuenta una experiencia cruda, pero tan real y cotidiana en su entorno contemporáneo que resulta hasta escalofriante. Sin embargo, también tiene su toque dulce, ya que finalmente, gracias a la audacia, la resolución y el fuerte amor que posee Elena, tuvo el valor de luchar y su esfuerzo le merece un final feliz.

Os recomiendo este libro encarecidamente. Es muy intenso, profundo, interesante e invita a reflexionar. Un libro que merece ser la obra maestra que se considera. ¡Una delicia!

Y ahora, creo que voy a por una lectura algo pícara… ¡50 sombras de Grey! Nos vemos en mis siguientes delirios.

¡Un beso mis queridos lectores!


Lizzie Villkatt.



Unas citas...

#1

Únicamente digo que es mejor armar y fortalecer a su héroe, que desarmar y debilitar al enemigo.


#2

—¿Qué motiva esas lágrimas, Elena? ¿Qué demonios te ocurre? ¿Por qué lloras?
—Lloro por ti, Arturo —repliqué secándome los ojos rápidamente; y, levantándome, fui a arrodillarme a sus plantas y cogiendo sus manos sin nervios entre las mías, proseguí—: ¿Ignoras que eres algo así como una parte de mí misma? ¿Te figuras que puedes degradarte o sufrir cualquier perjuicio sin que yo lo lamente con toda mi alma?


#3

—¿Por qué eres mala, mamá?
—¿Quién te ha dicho que soy mala, hijo mío?
—Raquel.
—No, Arturo, no dices la verdad. Estoy segura de que Raquel nunca te dijo tal cosa.
—Bueno, pues fue papá —contestó Arturo pensativo. Y después de una pausa añadió—: Voy a explicarte cómo lo he sabido. Siempre que estoy con él, si le digo que tú me llamas o que me mandas hacer alguna cosa que a él no le parece bien, grita: <<¡Condenada mamá!>> Y Raquel siempre asegura que únicamente los malos son condenados. Por eso creo que eres mala… Y yo quisiera que no lo fueses…
—No lo soy, hijo mío. Todo eso son palabras injustas, mentiras con las cuales los malvados perjudican a los demás y pretenden disimular con ellas sus propias faltas. Pero Dios nos juzgará por nuestros pensamientos y por nuestros actos, y no por lo que el prójimo diga respecto a nosotros. Cuando oigas palabras como esas, Arturo, no las repitas nunca. Lo malo no es que las digan de ti, sino que tú las digas de los demás.
—Así que el malo es papá… —repuso Arturo tristemente.
—Papá hace mal en decir esas cosas, y tú harías mal en imitarle después de lo que acabo de explicarte.
—¿Qué es imitar?
—Hacer lo mismo que hace él…
—¿Se lo has explicado también?
—Ya debe de saberlo.
—Tendrías que decírselo, mamá.
—Ya se lo dije más de una vez.
El pequeño moralista se quedó reflexionando un momento. Inútilmente procuré distraerle para que no pensara más en aquello.
—¡Me sabe mal que papá sea malo! —exclamó por fin con profunda tristeza—. No quiero que vaya al infierno… —Y dicho esto prorrumpió en llanto.

sábado, 1 de septiembre de 2012

ÉRASE UN AMOR FUTURO




Puntuación: ☆☆☆

SINOPSIS:
Inglaterra, 1994. Cuando la amada esposa de Richard Lambert fallece, él piensa que jamás volverá a encontrar de nuevo el amor, hasta que, explorando una torre medieval, cae por las escaleras y aterriza en otra época...

Inglaterra, 1214. Cuando despierta, se encuentra en el cuerpo de uno de sus antepasados que está a punto de morir tras la batalla. Mientras su esposa lo cuida para que recobre la salud, se da cuenta de que no es el hombre cruel que conocía. Y él descubre una segunda oportunidad... con su único amor...



OPINIÓN PERSONAL:

Adoro las novelas que tienen como eje de la historia un viaje en el tiempo. Por ello, empecé con mucha ilusión a leer este libro. Sin embargo, no he encontrado en él tanto como me habría gustado.

Le he dado una puntuación bastante alta solo por el hecho de que haya despertado mi curiosidad con respecto a la época de la historia medieval donde la autora ambienta el relato. Y es que la exactitud histórica, tanto a la hora de describir la situación política de la época, como a la hora de narrar el día a día de los contemporáneos medievales, es un mérito que no se le puede desvalorizar a la escritora. Según he leído sobre ella, está licenciada por la universidad en literatura medieval, y eso se nota en la riqueza de detalles con la que adorna la novela. Su capacidad para transportarnos a la Edad Media es alabadora, ya que con solo haber leído dos frases cada vez que reemprendía la lectura ya me daba la impresión de formar parte de esa sociedad primitiva y supersticiosa.

Así que, el 80% de la nota que le he otorgado tiene que ver con la profesionalidad con la que ha tratado el contexto histórico y con las ganas que me ha inspirado de profundizar en el conocimiento de esos tiempos, de indagar un poco más sobre la Normandía del siglo XIII, sobre el rey Juan I y único con ese nombre de toda la historia monárquica de Inglaterra, ya que fue considerado tan mal rey que nadie quiso que ningún otro hombre con el nombre de Juan volviera a ocupar el trono inglés. También he querido obtener más información sobre la Carta Magna, que limitaría el poder absoluto del rey y sería la base sobre la que nacería la Constitución.

Y ahora que he resaltado las virtudes más destacables de la novela, voy a exponer los “peros”. 

Veamos, a mí esta novela me la han venido como una historia de romance, pero francamente, la historia de amor me parece que está planteada de manera mediocre. Para empezar… ¡No sé exactamente cuándo se enamoran los protagonistas! 

La protagonista, Eleanor, es una mujer llena de recelos hacia su marido, que era un hombre bruto, incompasivo, bárbaro, inculto, dominante, irrespetuoso y letal. Ella sentía hacia él una mezcla de temor y profundo odio, y habría deseado de buena gana su muerte de no ser porque él no era el peor monstruo que la acechaba. Sin embargo, un buen día él escapa de las garras de la muerte, revive, y lo hace siendo un hombre totalmente diferente: amable, tranquilo, pacifista, tierno, observador y juicioso. Y vale que sufriera lesiones graves, pero no es que haya cambiado, ¡es que es un hombre totalmente distinto! Y en el momento en que él le cuenta que viene del siglo XX, ella reacciona de un modo demasiado comprensivo y tranquilo, teniendo en cuenta que hacía poco había barajado la posibilidad de que un demonio hubiera poseído el cuerpo de su marido. Es un poco contradictorio que, en una época donde la superstición es ley, una mujer se tome con más tranquilidad que una posesión demoniaca el hecho de que le cuenten que viene de un futuro de unos setecientos años más adelante. Tampoco pedía que graznara pidiendo un exorcismo, pero esperaba que al menos le despertara una curiosidad enfermiza por ese tiempo del que viene, no una absoluta comprensión y serenidad ante lo que le cuentan. Me pareció un poco surrealista ese momento.

Tampoco veo la necesidad de que el amor fallecido de Richard en el siglo XX, Lucy, y Eleanor compartan los mismos rasgos físicos. En el fondo son mujeres necesariamente distintas, porque pertenecen a épocas incomparables, y ambos tienen rasgos de personalidad muy diferentes. Además, me parece un poco injusto para el personaje de Eleanor que el primer interés romántico que siente Richard hacia ella se base en su parecido a Lucy… Eso no resultó bonito, al menos a mi parecer.

Me repito: la historia romántica entre ambos me pareció inconsistente. Lo que me gusta de las novelas de amor es el proceso de enamoramiento, todos esos ingredientes contradictorios que se ponen en juego durante esa fase, toda esa intriga emocional a la que nos someten las autoras. Los encuentros y desencuentros, las discusiones y las reconciliaciones, la autonegación del sentimiento y la final aceptación, el choque entre dos voluntades, el saboteo externo que sufre la relación… Todos esos momentos son los que hace que una historia de amor respire, viva, tenga fuerza. Pero en esta novela no he encontrado nada de eso… El proceso de enamoramiento es impreciso y rápido, y se ha basado en retratar la ternura en la pareja, que sin la previa emoción del enamoramiento se nos presenta como una escena ñoña y superficial que quieres que pase enseguida para volver a la trama de las intrigas políticas, mucho más interesante. A mí al menos me ha ocurrido eso.

También se ha planteado un romance secundario en la novela, poniendo de protagonistas al hermanastro bastardo de Eleanor, Hugh, y a la princesa menor de Gales, Angharad. El amor entre ambos tenía posibilidades, y de hecho es una historia que se asoma hermosa en las páginas, pero la autora no la define demasiado y nuevamente la inexactitud del romance la presenta insípida al final… Una pena, porque era en verdad prometedora.

En conclusión, es una novela con muchos contrastes. Es buena en el sentido de que transporta de lleno a la Edad Media y te hace vivir esa época. Además, tiene enganche, y una considerable dosis de intriga y acción lo suficientemente absorbente como para obligarte a llegar al final de la historia y embelesarte en sus páginas. Lo que le falta es ese tirón que te haga arder en deseos de retomar la lectura… Pero una vez te pones a leer, disfrutas del libro. Como contrapunto, lo ya dicho, que en el terreno romántico no está muy elaborada y que hay demasiados cabos sueltos en cuanto a los sentimientos de los personajes.

Sin embargo, no puedo negar que me lo he pasado bien leyendo la novela, así que le doy un 6,5.


Unas citas...

#1
Mañana llegará, ya estemos cualquiera de nosotros preparados o no.

#2

A veces admitir debilidad es la mayor fortaleza.

#3

Te quiero, Angharad. Ahí está, lo he dicho. Y no me importa lo que nadie piense de eso salvo tú.

domingo, 26 de agosto de 2012

BESOS DE MURCIÉLAGO



Puntuación: ☆☆☆



SINOPSIS:

James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto.

Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.

A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño.


OPINIÓN PERSONAL:

Hacía ya tiempo que tenía ganas de hincarle el diente a esta novela… Y es que en su día, cuando aún estaban vigentes las votaciones para el concurso y nos expusieron 50 páginas de la novela, me quedé intrigadísima con el desarrollo de la relación entre Kelsey y James. 

De verdad, es inimaginable que dos personas tan opuestas como ellos dos pudieran llegar a compartir sentimientos que no se basaran en el odio… Pero una vez más, somos testigos de que el amor no sigue patrones establecidos, y que los sentimientos pueden ser el mejor puente para salvar abismos.

Lo cierto es que me he reído MUCHÍSIMO con este libro. Y que me hagan divertirme tanto durante la lectura de un libro es una sensación fantástica que valoro mucho.

Los personajes son una exquisitez, sobre todo James. Es uno de los personajes más originales que jamás he tenido la oportunidad de conocer… Y es que James parece un extraterrestre venido de un planeta donde la gente se desplaza en limusina, donde la palabra “supermercado” podría ser el nombre del menú de un restaurante chino y donde la tarjeta de crédito te granjea la compra de una cadena entera de hoteles si así lo quisiera. Y de ese mundo tan elitista y exclusivo desciende James, un joven mimado y ególatra que se cree superior a cuantos le rodean y no trata de ocultarlo; al contrario: en todo momento resalta su superioridad y no se corta a la hora de criticar de manera insultante a los demás. Es un joven maniático, egoísta, quejica, algo hipocondríaco y que no admite nada menos que lo mejor. Sin embargo, tiene chispa y no resulta en absoluto aburrido; es tremendamente ingenioso, y sus malintencionadas pullas te harán soltar alguna que otra carcajada… Además, llegas a cogerle cariño pese a lo insoportable que se empeña en ser, ya que terminas por verlo como a un niño grande que tiene todo por aprender, todo lo referente a disfrutar de los pequeños “riesgos” de la vida y de los sentimientos.

Por otro lado, tenemos a Kelsey. Kelsey es la antítesis a James: es desordenada, despreocupada con su aspecto, sencilla y nada egoísta. Tanto su cuarto -que sigue el patrón del de una adolescente normal con el suelo haciendo la función de ropero y el armario revuelto- como su manera de vestir –ocultando las curvas de su cuerpo bajo sudaderas anchas combinado con vaqueros viejos- serán constantemente motivo de observaciones y duras críticas por parte de James; pero Kelsey ya ha decidido que está demente y además tiene de por sí demasiada personalidad como para que las tonterías de James le afecten. Ella es una chica fuerte y digna, capaz de hacer frente a James y ponerle en su lugar cuando el sobrepasa la línea de su paciencia (y creedme cuando os digo que hay que hacer acopio de mucha para no terminar asesinándolo… Os juro que no os habéis topado con un personaje semejante… Hasta yo tenía la necesidad de estrangularlo de cuando en cuando XD).

Y cómo dejarme en el tintero a Marcus, el hermano de Kelsey… Este chaval es un mundo aparte, un holgazán profesional que le dará un toqué fresco y humorístico a la historia que no tiene precio… Y seguro que acabaréis por cogerle cariño, porque en el fondo es un chico ingenuo y muy sensible que es naturalmente alegre y agradable con la gente.

Los amigos tanto de Kelsey como de Marcus también le darán un empuje cargado de humor a la historia. De alguna manera ayudarán a contrastar más aún el mundo de James y lo harán sentirse como en una excursión al ZOO donde le han encerrado en la jaula de orangutanes por equivocación (XD).

Lo cierto es que la historia no consta de mucha acción; no tiene elementos destacadamente sorprendentes, pero tampoco se echan de menos. Silvia Hervás se las arregla para que los personajes sean tan carismáticos que se sirvan por sí solos para desarrollar nuestro interés por la historia y creen una trama fuerte y atrapante que nos mantenga pendientes de la obra.

Una de las cosas que más me han gustado de la novela es el hecho de que nadie intente cambiar a nadie. A menudo leo libros sobre hombres que en principio son indomables y se transforman en un oso amoroso… ¡PUES ESTA VEZ NO! Es verdad que James hará el esfuerzo de integrarse en el mundo de Kelsey (que no mudarse permanentemente y abandonar el suyo. Eso habría sido cuanto menos surrealista….), pero a cambio también exigirá que Kelsey se amolde en cierta medida al suyo… Sin embargo, ambos se enamoran el uno del otro siendo como son, y ninguno de los dos siente la necesidad de cambiar a nadie, solo compartir y mostrar el mundo al que pertenecen… Y eso es algo infinitivamente bonito. 

Además, el amor entre ambos surge de manera tan poco convencional… Dicen que la convivencia es propensa a matar las relaciones… Y el amor entre Kelsey y James surge bajo una estricta convivencia… Pero lejos de que ésta les convenza de los defectos del otro y les haga percatarse de sus irritantes manías (que también), la convivencia les obliga a pasar tanto tiempo juntos que terminan por conocerse profundamente y empezar a  apreciar sensaciones que sienten en compañía cuando el odio no rige el momento. 

Para finalizar, os recomiendo su lectura. Porque esta es una novela con una trama engañosamente sencilla, donde la complejidad se encuentra en lo más interesante que pude plantearse: el desarrollo de los sentimientos y la lucha a favor o en contra de ellos. Ésta es una novela que pese a tratar un tema que bien podría tildarse de común, se las arregla para ser absolutamente original y memorable.

Una novela juvenil romántica encantadoramente refrescante y divertida.

Un 8,5.


Un par de citas…

#1

—Será mejor que acudamos a la cafetería donde hemos quedado con Marcus. Debe de estar esperándonos.
—No sé qué decir. Quizá sea demasiado tarde, quizá haya pasado frente al museo de la Edad de Piedra y haya decidido quedarse a vivir allí, en su hábitat natural, para siempre…
—Deja de decir idioteces y camina más rápido —Kelsey aceleró el paso con la vista fija en la acera—, ¿o acaso prefieres que cojamos el autobús?
—Oh, no, no. —Siguió decidido su paso—. ¿Sabes?, no me acabó de convencer aquella limusina grande. Prefiero la mía.


 #2
—¿Y tú? ¿Qué me has comprado a mí? —Kelsey se encaró con él, alzando los hombros.
—Nada.
—¿Nada? ¡Serás desgraciado!
—¿Acaso tenía que hacerlo? —Se cruzó de brazos, confundido.
Kelsey, enfurecida, le dio un puntapié a la papelera que tenía al lado.
—Mira, quizá esa papelera sería tu regalo perfecto… Piénsalo, podría sustituir a tu armario.
—¡Idiota, fue idea tuya que nos hiciéramos regalos!
—Ya. Pero no sabía que yo también tenía que comprarte uno a ti.


#3

—¿Qué tiene de raro Marcus? —preguntó—. ¡Solo es un poco hippie!
James rió a carcajada limpia.
—Yo pensaba que los hippies eran pacifistas —dijo a modo de reflexión en voz alta—. Y me extraña que tu hermano lo sea. No sé si te has fijado, pero su pelo podría sustituir perfectamente a la más potente de todas las bombas atómicas —musitó rascándose el mentón con parsimonia—. ¿Te has parado alguna vez a observar sus rastas al detalle? Tengo la seguridad de que albergan nuevas partículas celulares jamás descubiertas por el hombre…

sábado, 11 de agosto de 2012

ENTRE LUZ Y TINIEBLA




Puntuación:☆☆☆




SINOPSIS:

Alguien me estaba observando, es una sensación perturbadora cuando estás muerta. 
Pese a no sentir el papel entre los dedos, ni oler la tinta, ni saborear la punta de un lápiz, veía y olía el mundo con la misma claridad que los Vivos. Ellos, en cambio, no me veían como una sombra o un vapor flotante. Para los Vivos, era aire vacío. 
O eso pensaba...


OPINIÓN PERSONAL:

Con semejante sinopsis, en su día no pudo resistirme a él. Sí, en su día. Es un libro que compré hace años ya, y que me leí en aquel entonces. Pero tenía un grato recuerdo de él, y como me apetecía una buena lectura garantizada, decidí rememorarlo.

Os explico de qué va el asunto. La protagonista es Helen, un fantasma anclado en la Tierra con un infierno personal y muy temible pisándole los talones. No recuerda nada de su vida, ni tampoco el momento de su muerte; pero le persigue el pasado y constantemente le atrapan las sensaciones del momento en que se enfrentaba a la muerte. Asustada ante esos tormentos, Helen trata de escapar de él, y aprende a hacerlo: escogiendo anfitriones por los que velar. Es decir, ella se aferra a alguien vivo y lo acompaña en todo momento hasta el instante en que fallecen. Una vez ocurre esto, ella debe encontrar inmediatamente otro humano al que ser fiel o si no se verá devuelta a su infierno y el miedo y la angustia que éste le produce.

La narración se centra en el momento en que acompaña al señor Brown, que es profesor de literatura en un instituto americano. Todo marcha según la rutina: ella asiste a sus clases, se pasea por el aula sin que nadie pueda reparar en ella y mira por la ventana o escucha la voz de su anfitrión declamando literatura. Pero un día pasa algo extraordinario: unos ojos adolescentes están clavados en ella. Alguien puede verla.

Ese alguien se trata de James, un fantasma como ella que se ha adueñado de un cuerpo “vacío”, que no muerto. La diferencia está en que el alma de la persona a la que pertenece la carne por algún motivo ha abandonado su prisión, aunque no por ello el cuerpo deja de moverse, si bien como un autómata sin espíritu.

A partir de ese momento, James y Helen se conocerán y amarán. Sin embargo, se verán embargados por la frustración, ya que no pueden tocarse debido a la inconsistencia natural de Helen como Luz. Es por ello que se decidirán a apoderarse de otro cuerpo, el de una adolescente llamada Jenny.

Ambos fantasmas tendrán muchos obstáculos y luchas que librar. Para empezar está su propio pasado y la pesadilla de su último aliento. El miedo y la culpabilidad les impiden abrir la mente para recuperar cada detalle de esos fatídicos instantes. Sin embargo, ahora no estarán solos y se tendrán el uno al otro para apoyarse y acompañarse en la incertidumbre y el sufrimiento. Podrán compartir pensamientos e inquietudes, descargar el peso de sus existencias el uno en el otro con plena confianza, sabiendo que nadie en el mundo podría hacerles sentir tan en paz y reconfortados como ellos mismos. Es en ese aspecto una historia tierna y sincera, muy hermosa.

Aparte de esos impedimentos, también contarán con el entorno familiar de las vidas que han usurpado.

Billy Blake, de cuya identidad se ha apropiado James, es un adolescente que ya ha estado al borde de la muerte por voluntad propia, ya que tenía muchos problemas con las drogas. Vive en una humilde y desordenada casa solamente con su hermano Mitch, quien aunque no tiene los modos más adecuados, cuida de él a su manera y lo quiere y lo protege.

El hecho de que James tenga maneras muy distintas a Billy da pie a detalles graciosos, como el hecho de que tiene que abstenerse de ordenar su cuarto porque sino Mitch se asustaría porque el desorden rige el hábitat natural de los hermanos Blake (XD).

Jennifer Thompson, la alojadora de Helen, tiene un marco familiar en apariencia pacífico y ordenado. Sin embargo, padecerá muchos tormentos perteneciendo a esa familia. Para empezar están enfermizamente obsesionados con Dios y su devoción hacia él, lo que hace que los padres adopten un papel muy tirano y restrictivo, asfixiando la libertad de Jennifer y tratándola como a una autómata destinada a cumplir sus órdenes. Jennifer tiene una rutina preestablecida, y sus días siguen un patrón invariable, siempre conducida por la autoridad de sus padres y censurada por ellos. En este punto de la historia, la autora hace alarde de una opinión desfavorable de la religión y sus extremos, que se vislumbra muy bien en el día a día de Helen como Jennifer.

Es una novela bonita y atrapante, fácil de leer y con la que los jóvenes pueden reconocer en ella sus propios sentimientos; esas ganas de ser libre, de obedecer a nuestros deseos y aprender a imponerse cuando deciden que algo es importante para ellos. Eso además de identificarse con una forma intensa y adictiva de amar.

Le doy un 8.